Entrevista al colectivo Imilla Hacker de El Desarmador

“Queremos ayudarnos a entender cómo manejar mejor las herramientas que usamos”.

El año pasado tuvimos la suerte de coincidir y entrevistar en el Encuentro de Radios Comunitarias y Software Libre con dos radialistas y ciberactivistas de la cultura, el software y las tecnologías libres, Loreto (Maka) Bravo de Palabra Radio y Nathaly Espitia de Karisma y del colectivo Nois Radio. Desde entonces nos propusimos seguir visibilizando en Radios Libres el trabajo de más mujeres que trabajan por prevenir la violencia machista en línea y capacitan a otras mujeres para que hagan un uso más seguro de Internet.

Hace un par de semanas descubrimos los podcast “El desarmador” que produce el colectivo boliviano Imilla Hacker e hicimos esta nota. 8 audios con entrevistas a diversas compañeras que trabajan en seguridad digital, género y tecnologías. 8 audios para desarmar los mitos de la tecnología y la libertad.

Y nos pareció buena idea entrevistar a las entrevistadoras y que nos cuentes más sobre estos podcast y sus impresiones sobre el mundo digital, las redes sociales y su relación con la violencia de género.

Gracias a Imilla Hacker por la disposición y aquí les dejamos los texto y audios de las respuestas. Pueden usarlo para hacer la entrevista en su radio como si estuvieran en vivo haciendo las preguntas y transmitiendo los audios.


RADIOS LIBRES: Ahora las redes sociales se han vuelto un espacio de disputa permanente, por un lado se argumenta que son herramientas que exponen a quienes las usan, pero por otro también son espacios para posicionar a las mismas organizaciones de mujeresy/o feministas. ¿Cómo manejar las redes sociales, sin caer en lo uno o en lo otro?

IMILLA HACKER: Las Redes Sociales son espacios públicos abiertos que nos exponen muchísimo, nos exponen totalmente, también vale la pena aclarar que esas plataformas no exponen sólo los datos que voluntariamente nosotras decidimos publicar, exponer lo que son datos que nosotras decidimos y pensamos cuándo, dónde y cómo publicarlas, que son decisiones conscientes. Pero hay datos que nosotras igual no queremos exponer como nuestra contraseña o nuestros mensajes privados que nos mandamos con otras personas y esta información que no sabemos dónde está, no sabemos dónde se almacena o quienes tienen acceso a ella, no podemos controlarla. Y la exposición de los datos es muy evidente en el caso de Facebook que sabemos que a requerimiento judicial de un gobierno Facebook entregara toda la información incluyendo la que considerabas privada. Efectivamente entonces sí, las Redes Sociales nos exponen bastante y dependeindo de nuestro perfil activista y de nuestro país donde vivimos la exposición de estos datos puede ser muy peligrosa. Ahora también hay unas plataformas de redes sociales que nos exponen menos que otras. Porque las redes sociales no son solamente Facebook y Twitter, también hay otras herramientas como GNU/Social que es una herramienta de software libre que tienen la misma funcionalidad de Twitter pero que es un sistema federado. Quiere decir que una persona, colectivo o empresa puede montar un servidor y ofrecer el servicio. Y esto implica que tú puedes escoger un proveedor sobre otro por distintas razones. O incluso tu colectivo puede montar un servidor propio y así al menos sabes dónde están almacenados tus datos. Ahora, ¿es 100% seguro esto?. Evidentemente no lo es, por ejemplo, existen varios nodos que ofrecen servicios de GNU/Social que entregarán tu información personal igual que lo haría Facebook o Twitter, pero quizás habrá otros nodos que no almacenan esa información privada tuya, por lo que no habrá nada que entregar ante una orden judicial. Bueno, eso no está en blanco y negro y hay muchas cosas que debatir en torno a ello, pero creo que está bien al menos poner sobre la mesa que hay otras formas de gestionar la información de las redes sociales que no es el modelo de negocio basado en el corporativismo capitalista de Facebook y Twitter. Recordemos que Twitter y en especial Facebook además tienen algoritmos muy poderosos y eficaces de censura ante contenidos que ellos consideran ofensivos o políticamente incorrectos o también el hecho de que la información que se difunde a través de Facebook pasa por varios filtros y son otra vez grandes algoritmos qué deciden qué se muestra y dónde. No nos engañemos y creamos que nosotras vemos en nuestro muro lo qué escogemos ver, sino que Facebook elige qué mostrarnos. Y otra es que volviendo al ejemplo de GNU/Social es una red más igualitaria y distribuida y por tanto la censura y el filtrado son más difíciles ya que la información puede estar en cualquiera de los servidores. Volviendo a la pregunta cómo usar las redes sociales tomando en cuenta estas cosas. Yo creo que hay personas y colectivos que hacen un uso muy creativo de estas plataformas. Aprovechando su capacidad de difusión y me parece muy bien, pero también pienso que hay que tomar una posición crítica y sobre todo no dejarnos arrastrar al punto de que prime nuestro activismo en estos espacios tan sesgados y con reglas de gestión de la información tan arbitrarias antes nuestra seguridad personal y ante nuestro contacto con movimientos de base o con mujeres indígenas o pasan por casos de violencia o mujeres que necesitan abortar. Entonces pienso que hay que buscar un equilibro y sobre todo hay que tomar una postura muy crítica.


RADIOS LIBRES: Desde muchos colectivos se defiende el uso de Facebook argumentando que “tenemos que estar donde está la gente, dar ahí la batalla”. Pero, ¿se puede hacer la “revolución” usando Facebook?

IMILLA HACKER: Yo estoy convencida de que las batallas más urgentes de nuestro tiempo no las vamos a resolver lanzando campañas por Facebook o dando me gusta, memes y fotos. Creo que Facebook es una herramienta de difusión y nada más. Incluso como herramienta de difusión tienen grandes limitaciones, como la censura, filtración de información sin mencionar si quiera la brecha digital en América Latina que nos recuerda que hay muchísimas mujeres que no son usuarias de las TIC. Creo que no hay que caer en la ingenuidad. Incluso desde ćomo se diseña esta plataforma. Visualicemos a hombres blancos de clase media y alta, personas con varios años de estudio en universidades importantes o sin estudios, pero personas muy capaces y muy talentosas, además, muy motivadas porque ganan mensualmente importantes sumas de dinero, y su objetivo es hacer que Facebook sea una herramienta que enganche a más personas y sea fácil de usar. Entonces, cuando me logueo en Facebook y encuentro nuevas cosas en mi muro y creo que tengo la libertad de decidir si abro este enlace o aquel otro o si miro el perfil de esta persona o no. Yo no lo entiendo así, la verdad. No es que yo decido hacer clic aquí o allá, es que la página, el servicio, están diseñados en forma que eventualmente haré clic donde ellos quieren que haga clic. Estas personas llevan muchos años estudiando nuestros patrones de comportamiento como usuarias y claro han desarrollado algoritmos muy eficaces pare predecir nuestro comportamiento en línea. Entonces, que la gente esté en Facebook, yo propongo hacer una analogía con esto, porque es muy interesante llevarlo al mundo real entre comillas. ¿Por qué no estamos repartiendo propaganda feminista, digamos, sobre el derecho a decidir de las mujeres en la iglesia, en la misa, después de la misa los domingo? Porque ahí también hay un montón de gente. ¿Por qué? Porque esta idea nos resulta hasta irreal. Pero cuando la trasladamos al mundo virtual tiene mucho sentido. Entonces, creo que hay que empezar a restarle importancia al Facebook y, de verdad, comenzar a explorar otros espacios de información, empezar a dialogar sobre las barreras de construir nuestra propias herramientas y plataformas y discutir otros temas tan importantes para la revolución que no estamos sabiendo enfocar.


RADIOS LIBRES: El machismo y la violencia hacia las mujeres han encontrado un lugar en las redes sociales —desde filtrar información, fotografías, hasta comentar con insultos a hacer memes que resultan denigrantes a la lucha feminista—. ¿Cómo combatir estas nuevas formas de acoso cibernético?

IMILLA HACKER: Sí, yo creo que hay muchísima violencia en la Redes Sociales y hay que pelear contra ella. Por ejemplo, podemos crear contenidos alternativos en contra de la violencia machista, pero también hay que saber utilizar adecuadamente este material que vamos generando. Una estrategia que a mi me gusta mucho es la de la ofuscación: sabotear el mensaje ofensivo que ha sido emitido contaminando el canal con mensajes de aliento y apoyo de modo que el mensaje ofensivo no llegue a la receptora de forma adecuada, por lo menos no lo haga. Estrategias como estas también nos exige como mujeres activistas feministas, que sean una idea más fuerte, mejor organizada, estar abiertas a cooperar y trabajar juntas que es muy importante. Sin embargo, yo creo también que hay que considerar que las batallas más importantes en contra de la violencia de genero no necesariamente se van a librar desde las Redes Sociales. Las mujeres que usan diariamente esas plataformas sabemos que tienen un perfil de edad y clase social específico y hay otros grandes grupos de mujeres que no están incluidas como usuarias de las TIC y también tenemos que solidarizarnos con esas mujeres. En Bolivia esto es muy evidente, un país con una vergonzosa trayectoria de violencia en contra de mujeres donde desde el 2012 el delito más frecuente es el de la violencia familiar y doméstica. Y esto son en su mayoría mujeres trabajadoras de clases pobres. Entonces, como feministas también tenemos la obligación moral de hacer un equilibrio entre nuestras luchas fuera y dentro de Internet y no perder contacto con la calle. Con las mujeres trabajadoras, las migrantes y con tantos grupos de mujeres vulnerables de nuestras ciudades.


RADIOS LIBRES: La lucha contra el feminicidio ha sido una de las demandas que ha convocado a la sociedad en América Latina. ¿Se puede potencializar desde las redes sociales demandas como ésta y que lleguen a tener alguna respuesta por parte del Estado?

IMILLA HACKER: El tema del feminicidio es importantísimo y en los tiempos que corren lamentablemente es un tema urgente en Latinoamérica. Cre que todos los medios que puedan servir para potencializar, para apoyar, para llamar la atención sobre este problema, deben utilizarse. Ahora, si lo que queremos es tener una respuesta por parte del Estado, sí es cierto que muchas normativas legales actuales han sido impulsadas por varios años desde la sociedad civil, también a través de Redes Sociales y este es el caso de, por ejemplo, la Ley contra el feminicidio en Bolivia que está vigente desde el 2013 y este es un paso importantísimo a nivel jurídico y legal en contra de la violencia hacia las mujeres, pero también hay que ver que el sistema judicial en Bolivia es deficiente y corrupto y que la justicia no beneficia en igual medida a todas las personas. Lamentablemente creo que nuestras organizaciones feministas tienen que apoyar la lucha en contra del feminicidio no necesariamente esperando una respuesta del estado sino también acompañando y fortaleciendo a las mujeres que pasan por casos de violencia. Hace poco leí un artículo sobre una comunidad en Cochabamba que es uno de los departamentos con mayores tasas de feminicidio de Bolivia. El artículo iba sobre una comunidad liderada por mujeres que se llama María Auxiliadora donde se ha conseguido crear un ambiente seguro prohibiendo en la comunidad la ingesta de alcohol y la violencia contra las mujeres. Creo que son estos ejemplos que hay que tomar en cuenta y con nuestras luchas feministas ayudar a potenciar estos espacios seguros sin esperar que lo haga el Estado.


RADIOS LIBRES: Las luchas feministas son diversas, hay algunas que generan un poco más de resistencia en la sociedad, por ejemplo, el caso de las despenalización del aborto. ¿Hay criterios de seguridad digital que deban ser irrenunciables para no exponer a las personas que están en estas demandas sociales?

IMILLA HACKER: Creo que los colectivos que defienden la despenalización del aborto sobre todo en Latinoamérica hacen un trabajo importantísimo. Por un lado tienen que cuidarse ellas como activistas y por otro tienen que procurar que sus contenidos y su información le llegue a las mujeres en general y, específicamente, a las mujeres que optan por practicar un aborto. En ese contexto, para hablar de seguridad digital primero hay que identificar a nuestros enemigos, ¿no? En este caso evidentemente el Estado y la Iglesia digamos que son grupos de poder en contra de las despenalización del aborto que tienen la capacidad de identificar y vigilar a personas activistas proaborto. También están los comerciantes de las Redes Sociales, llamémosles así, Twitter, Youtube y Facebook, que tienen la potestad de censurar nuestros contenidos y de tumbar nuestras páginas web. Criterios irrenunciables de seguridad digital son entonces proteger nuestra identidad; proteger la infromación que queremos hacer llegar, ya sea hacia las mujeres que necesitan abortar o mujeres que comparten nuestras luchas. Esto incluye también información que tenemos sobre la identidad de mujeres que han abortado, sobre las formas en las que hayan abortado. Es información confidencia que tenemos que proteger. Para proteger nuestra identidad usar Redes Sociales no es una buena idea. Mejor usamos un seudonimo, usamos correos cifrados y nos conectamos por el navegador TOR. Para evitar la censura en nuestros contenidos mejor la almacenamos en servidores distribuidos o propios donde otros no tengan acceso. Para proteger datos confidenciales nuestros o sobre otras mujeres, cifremos nuestros dispositivos y hacemos copias cifradas de nuestra información. Todas esas estrategias de seguridad tienen como un cierto grado de dificultad y bueno, no siempre las herramientas funcionan de maravilla y no todas nos brindan un 100% de seguridad tampoco. Pero es importante probarlas, utilizarlas y también es importante tener una predisposición de aprender de cooperar, entre nosotras y de intercambiar nuestras experiencias entre temas de seguridad digital.


RADIOS LIBRES: La mayoría de la población ve la tecnología como una simple herramienta, por eso parece que da lo mismo usar Telegram o Whastapp. ¿Quizás desde el activismo no estamos sabiendo transmitir bien las implicaciones éticas y políticas que tienen usan una tecnología y otra?

IMILLA HACKER: Yo creo que fallamos en crear espacios de análisis y diálogo para comprender cómo funcionan las herramientas de software libre sobre todo en el mundo hispanohablante. En inglés sí que hay más comunidades y foros debatiendo estos temas. Yo percibo que hay mucha confusión entre software libre y gratuito. En Bolivia como siempre usamos software pirata no vemos la necesidad de usar software libre porque es gratis de todos modos. Entonces yo creo que definitivamente los grupos activistas de software libre estamos fallando en acentuar las implicaciones éticas de elegir un software sobre otro. Y ahora que estoy al aire también creo que vale la pena aclararlo, ¿no? Software libre es el software que respeta la libertad de los usuarios y de la comunidad a ejecutar, copiar, distribuir y estudiar, modificar y mejorar el software. Es decir, el software libre es una cuestión de libertad, no es una cuestión de precio. Pero las implicaciones éticas tienen que ver con utilizar un software diseñado por empresas que forman parte de un sistema de mercado capitalista en el que se transa con nuestros datos y con nuestra información o utilizar herramientas que en su mayoría están pensadas para cuidar nuestra privacidad y para que podamos verificar que los programas hacen lo que dicen que hacen y no hacen otra cosa por detrás. Ahora también hay una discusión muy grande respecto a la seguridad que ofrecen unas herramientas de software libre sobre otros pero vamos a dejarlo para otro momento. Más allá de ello yo percibo que hay también cierto desinterés de los grupos activistas y, peor aún, de los usuarios en general por ver de frente la cara ética de la tecnología en general. Por ejemplo los usuarios de Apple, de Samsung y de Sony tienen que saber que la cadena de producción de sus dispositivos muy posiblemente involucraron a niños que extraen cobalto de las minas del Congo para fabricar las batería y si no lo saben es porque no quieren, porque ahora la información está al alcance de todos. Entonces, estos temas yo no veo que sean decisivos para escoger un hardware sobre otro o un software sobre otro, lo que queremos es al final que nuestros programas funcionen bien, nuestros computadores funcionen lo mejor posible y ya está. Y la verdad es que existen alternativas a todo esto. Por ejemplo el Fairphone que es un teléfono móvil con una cadena de producción justa. Yo creo que en la cuestión ética de nuestras comunicaciones virtuales estamos fallando todos como comunidad, como usuarios, como activistas y creo que queda mucho por hacer en esa dirección.


RADIOS LIBRES: Cuando a muchas activistas les decimos que es necesario tomar medidas para proteger su privacidad muchas argumentan que “no tienen nada que ocultar”, ¿cómo rebatir ese argumento? ¿Qué otras amenazas principales enfrentan las mujeres en la Red?

IMILLA HACKER: Sí, el que “no tenemos nada que ocultar” yo creo que sigue siendo un argumento muy recurrente lamentablemente, pero entonces ¿por qué cuando vamos a ducharnos cerramos la puerta del baño, bajamos las persianas, cerramos las cortinas y lo hacemos, todos lo hacemos, por qué? Porque necesitamos privacidad, porque tener privacidad, tener un espacio íntimo, personal es un derecho humano. Y este derecho, yo creo que hay que trasladarlo con esa misma lógica y con esas mismas dimensiones a la esfera virtual, a la esfera de las Redes Sociales. Tiene que haber un espacio en el ciberespacio que sea nuestro, en el que nos sintamos seguras, cómodas, no observadas, no vigiladas, y si vemos más de cerca la llegada de la era digital que estamos atravesando vemos que cada vez se hace más difícil defender estos espacios seguros. Entonces creo que es un tema que hay que tomarlo más en serio. En relación a esto también creo que una amenaza importante que enfrentan las mujeres en Internet es la vulneración del derecho al olvido. Por ejemplo, en Bolivia hubo un caso muy importante de acoso a una presentadora de televisión que fue filmada en la intimidad y luego chantajeada con esa información. Lo que ocurrió es que el video del caso luego se estaba vendiendo en los puestos de películas piratas de los mercados con un sensacionalismo fatal, un video copiado cientos de veces en manos de cientos de personas y eso es terrible. Primero que le puede pasar a cualquiera de nosotros y segundo que los derechos a la protección de datos, a la privacidad, a cuidar la imagen, están siendo totalmente vulnerados y no hay ninguna forma de controlar la manipulación de esa información una vez que sale de nuestras manos.


RADIOS LIBRES: ¿Por qué deciden hacer los podcast “El Desarmador”? Cuéntenos un poco más sobre esta idea.

IMILLA HACKER: El Desarmador es un podcast realizado por el colectivo la Imilla Hacker en 2016. Somos un grupo de personas bolivianas interesadas en el análisis, en abrir debates de temas relacionados con la tecnología, con la seguridad digital, y con el género principalmente desde nuestras perspectivas bolivianas. Hace poco sacamos nuestro primer ciclo de programas, son 8, que están disponibles en nuestra página web eldesarmador.org. Nuestro motivo principal para hacer programas vienen de la desesperación que sentimos de que los avances tecnológicos estén yendo tan rápido y nosotras como mujeres y como sociedad en general estamos tardando mucho en entender todas las implicaciones sociales y políticas que todo esto conlleva y cómo afecta nuestras vidas. Vemos que se necesitan espacios de diálogo y análisis que toquen estos temas y además nos parece que en Bolivia no se le está dando importancia a todo esto. El Desarmador apunta a llamar la atención sobre estos temas y generar debate pero también apunta a ayudarnos a entender cómo manejar mejor las herramientas que usamos.

Entrevista al colectivo Imilla Hacker de El Desarmador

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3 comentarios sobre «Entrevista al colectivo Imilla Hacker de El Desarmador»

  1. Definitivamente el internet y redes sociales son las nuevas formas de comunicación en este era digital y sociedad de la información, pero hay que realizar todos los esfuerzos para llegar a la democratización de la comunicación

  2. Buen día a todos, definitivamente las redes sociales se han vuelo cada día una de las herramientas del vivir cotidiano, nos informamos, nos relajamos, pasamos el tiempo sin limites sin dejar de seguir lo que nos interesa y conviene, pero es necesario depurar mucha información que corre por estos medios ya que no tienen sentido de educar a la sociedad. felicitaciones para radialistas por esta columna, les recomiendo escuchar mi radio online, gracias a radialistas, sus artículos me motivo de montar una radio por internet, me apasiona la música, mi hija fue igual, ella ya partió al cielo es mi ángel y en memoria a ella le dedico esta radio, su radio. Gracias.

    Link de la radio: http://radiosamanta.blogspot.pe/

  3. Me he quedado con las ganas de escuchar la respuesta de la compañera que en esta se va por las ramas 🙂

    Pero va la mía, en efecto usar Telegram o Whastapp da lo mismo, telegram no es un sistema libre, es un sistema privado y privativo con apenas una API que permite crear clientes libres o “libres” para interactuar con un sistema no libre cuyo único interés empresarial es captar datos de números telefónicos junto a datos y metadatos, no hay duda al respecto por: El desarrollador, director y dueño de telegram es un tal Durov tambíen propietario de la red social rusa Vkontakte VK, antes de lanzar Telegram Durov obligó a todos los usuarios de su red social a darle un teléfono celular (movil) quienes no lo entregaron en un plazo no podían entrar a la red ni para eliminar sus cuentas, como decía Cantinflas, ahí esta el detalle ¿como gratis si es una empesa privada? ¿quien paga? ¿cual es su objetivo entonces?

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